El V Congreso Internacional de Derecho Procesal Constitucional “Corrientes Transformadoras en la Justicia Constitucional”, se desarrolla en la ciudad de Santa Cruz, Bolivia y del mismo participa como panelista el Prof. Dr. Víctor Ríos en su calidad de ministro de la Corte Suprema de Justicia de nuestro país.
El importante evento es organizado por el Tribunal Constitucional Plurinacional de Bolivia y se realiza en el Salón Auditorio de la Universidad Aquino de Bolivia (UDABOL) con la participación de destacados juristas de 11 países. El objetivo es reflexionar sobre los futuros desafíos que le deparan a juzgadores de esta jurisdicción, encargados de proteger los derechos fundamentales y ejercitar el control de constitucionalidad.
Tras saludar en nuestro dulce idioma guaraní, el Dr. Ríos disertó sobre el “Control difuso de convencionalidad en Paraguay”. Al respecto señaló que el control de convencionalidad tiene por finalidad analizar la compatibilidad de normas o actos de los gobernantes con los tratados, pactos o convenciones internacionales.
Comentó que el control de convencionalidad en Paraguay empieza a irrumpir en el debate jurisdiccional hace más o menos un año, a partir de algunos votos, en principio solitarios, de la Sala Constitucional que ha establecido claramente que en la línea de la última jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que los jueces nacionales son también jueces interamericanos.
“En nuestro país, la Constitución dispone claramente que la acción de inconstitucionalidad se plantea ante la Corte Suprema de Justicia, ante la Sala Constitucional o el pleno y es solamente la Corte la que puede declarar inconstitucional una norma legislativa. Sin embargo, según este voto y este debate que se está instalando, el control constructivo de constitucionalidad y de convencionalidad es difuso. Es responsabilidad de todos los jueces de la República”, aseveró el Dr. Ríos.
Señaló que esto obviamente ha generado un debate muy importante a nivel del Poder Judicial, mientras la academia y las asociaciones profesionales aún se resisten. Porque en nuestro país, claramente desde el fin del siglo XIX ha impuesto su gran hegemonía el positivismo.
De acuerdo al Dr. Ríos esto es una verdadera batalla cultural que tiene dos frentes, el primero, el epistémico y consideró que se necesita una ruptura paradigmática, epistémica en la enseñanza del Derecho. “Esto de considerar que el derecho es sólo la Ley, está claramente superado. Pero esa hegemonía aún permanece en algunos países, porque algunos de los nuestros han soportado largas dictaduras militares, cívico-militares”, acotó.
Como segundo frente mencionó el político-institucional y expresó que en la medida en que la Sala Constitucional, que ahora tiene un nuevo integrante, que todavía no tuvo la oportunidad de opinar sobre el tema, consolide como línea jurisprudencial el control constructivo difuso de constitucionalidad y de convencionalidad, va a ir abriéndose una brecha cada vez más amplia a esta nueva práctica jurisdiccional.
Por otro lado expresó que la democracia es la única que se centra en el respeto de la dignidad humana, como dicen nuestras constituciones, entre ellas la de Paraguay, que dice desde el preámbulo que la garantía de la dignidad humana, es el fin último del sistema democrático, republicano, pluralista, y que derechos tales como la libertad, la igualdad y la justicia, son derechos para garantizar ese respeto a la dignidad humana.
Asimismo sostuvo que para no entrar en la discusión, si prevalece la Constitución, si prevalecen las convenciones, si la jurisprudencia de la Corte IDH es obligatoria o no, cree que la solución pasa más o menos por reconocer claramente como umbral mínimo incorporado a nuestras constituciones, como umbral mínimo latinoamericano, los derechos y garantías consagrados en las convenciones internacionales. “Que el control de constitucionalidad en nuestros países tenga las dos dimensiones, que implique la aplicación de la Constitución de nuestros países y también de las convenciones internacionales. Que nuestro control de constitucionalidad sea bidimensional, que tenga una dimensión nacional y una dimensión latinoamericana”.
Y finalmente dijo que los latinoamericanos, los estudiosos del constitucionalismo, los aplicadores del nuevo constitucionalismo, están llamados a desmontar el patriarcado que cosifica a la mujer, que invisibiliza a la mujer. “Entonces, ya que este es un gran desafío, quiero decir que aquí, en esta tierra, de Bartolina Sisa y de Juana Azurduy, es un lugar ideal para asumir esta gran tarea”, culminó en medio de aplausos.