En el Salón Bicameral del Congreso Nacional, se dio apertura al acto conmemorativo del 30° aniversario de la Jura de la Constitución Nacional, oportunidad en la que el rector de la Universidad Nacional de Pilar, Prof. Dr. Víctor Ríos fue uno de los oradores principales, como invitado especial y como representante de la Corte Suprema de Justicia.
Manifestó que se sentía especialmente emocionado por estar en ese recinto, no solamente porque se celebra los 30 años del nacimiento de una de las constituciones más maravillosas del mundo occidental, una de las más democráticas de la historia moderna de los países de Occidente. “Una Constitución que nos permitió a muchos ciudadanos que antes estábamos prohibidos que dejemos de estar prohibidos en nuestra República”. Pero que esa emoción también es por lo que establece el artículo 20 de las disposiciones transitorias, que la custodia del Acta final de la Convención será confiada al Poder Legislativo.
“Estamos, no solamente en el templo por excelencia de la democracia, estamos en el templo guardián del texto secular sagrado más importante de nuestro sistema jurídico democrático. En este país ser parlamentario no implica solamente elaborar leyes, implica también constituirse en guardianes simbólicos y físicos del acta fundacional de nuestra democracia”, dijo al tiempo de rendir homenaje a los miembros del Congreso por no haber renunciado jamás a su condición de guardián implacable, inclaudicable de nuestra democracia.
Asimismo, el Dr. Ríos rindió homenaje a los paraguayos caídos en la lucha por la democracia y la libertad. “Muchos de estos caídos, sus huesos siguen constituyendo tumbas NN de las campiñas de la República. Es una deuda pendiente de nuestra democracia eliminar las tumbas NN y que estos luchadores por la libertad y democracia en nuestro país, alguna vez puedan descansar en paz”, puntualizó.
En otro momento, habló de los discursos inaugurales de los convencionales constituyentes y leyó algunos extractos de las manifestaciones de los representantes de los diferentes sectores políticos e ideológicos; del nacionalismo republicano, del liberalismo universal, de la doctrina social de la iglesia católica, del socialismo democrático. “Todos, contenidos ideológicos, axiológicos, hoy de esta maravillosa Constitución Nacional”. “Los discursos pronunciados por nuestros ciudadanos y ciudadanas constituyentes en la Convención de 1992, nunca caerán en la obsolescencia, ni perderán sentido, no son fugaces, ni transitorios, porque desde el mismo momento en que fueron pronunciados adquirieron la condición de clásicos, nacieron siendo clásicos (lo constante, permanente), y deberían ser de obligatorio estudio en las ciencias políticas, jurídicas y sociales”, enfatizó.
Ante y siendo parte del sector académico manifestó que debía pedir disculpas a nuestros Constituyentes por no cumplir a cabalidad los dispuesto por el artículo 18 de las disposiciones transitorias que ordena: “…A través del sistema educativo, se fomentará el estudio de la Constitución Nacional”, y que esperaba que todos los sectores asuman la misma autocrítica.
Al término de su alocución, el rector habló en guaraní, recordando que en la Convención de 1870 se prohibió dicho idioma, acallando así a los paraguayos. Citó parte de una poesía escrita por Mauricio Cardozo Ocampo. Ñañombuatyvo ñamomorã hagua ñande Ley Guasu ára poty, ñamomba’eguasúgui ipype oîva Paraguay kera yvoty, okarayguahaícha aruta ñande apytepe ñe’e poty ohaivaekue Mauricio Cardozo Ocampo: “Heñoima koaga ñande apytepe mboraihu tekopoty, ha neike ja hypyi ñande ryaípe ta hoky ha ta ipoty, anikena ja heja ipirú teatauguá kera yvoty, japykuikena oñodivepa tape por, tape potîre, ñamopua yvateve ñande retã to mimbipa umi mbyjá iporãveicha, ñamoi yvytu pepo ari ñande sapukái mbarete ja´ehápe oso mboriahu apytî, opa pytumby avei hesakã Paraguay pyahu”.
El evento estuvo presidido por el senador Oscar Salomón, titular del Congreso Nacional, con la presencia de Mario Abdo Benítez, presidente de la República; Alberto Martínez Simón, vicepresidente de la Corte Suprema de Justicia y Ángel Paniagua, vicepresidente primero de la Cámara de Diputados.