El ciclo dorado de grandes creadores de la música paraguaya cierra el último capítulo de una larga historia. El insigne Maestro Florentín Giménez acaba de ascender hacia la luz, a días de cumplir sus 96 años.
Rebelde por naturaleza, frontal y de carácter fuerte, el Maestro se abrió camino en los senderos del arte, a fuerza de sus conocimientos académicos y por sus grandes composiciones. Era el único compositor de música erudita del Paraguay, autor de poemas sinfónicos, zarzuelas, óperas, y sinfonías, como Beethoven, compuso 9 sinfonías.
Más de 800 obras populares tiene en su haber como parte de su gran legado. Reorganizó la OSCA del cual fue Director, creó la Orquesta de Uninorte, La Sinfónica Nacional, El Conservatorio Nacional con una filial en Itauguá. La Universidad Nacional de Pilar (UNP) le confirió la máxima distinción con el Doctorado Honoris Causa.
En la cultura pilarense, ya quedará en las páginas de la historia, marcando un antes y un después con la creación del Conservatorio de Música «Sofía Mendoza», siendo la UNP la única casa de altos estudios en ofrecer la Carrera de Músico Profesional como parte de su oferta académica.
El Paraguay entero está de duelo. Hasta siempre querido maestro, duerme el sueño eterno en paz, has cumplido cabalmente el pedido de Flores, Herminio Giménez, Nenín Alvarenga y otros de enaltecer la música paraguaya con tu inmenso legado.
Asi canta mi Patria su himno de fe, trayendo el tesoro inmenso de su vigor, aromándose, en los mil perfumes de la floresta, milagro de amor, mi gran Paraguay, se hace canción.