HISTORIAS DE VIDA: INVISIBILIZADOS EN LA SOCIEDAD

A simple vista, Ricardo es uno de los tantos jóvenes que deambulan por las calles de una ciudad en crecimiento. Una legión de niños y adolescentes que crece por los desaciertos políticos y económicos de quienes diseñan nuestro presente y futuro. Aunque él ya está en otra franja etaria, tiene 30 años, parece más joven, confundido en medio del trabajo informal que se multiplica por falta de oportunidades.

Es el segundo de 6 hermanos que en medio de sus avatares, no obstante, siguiendo los consejos de su valerosa madre, Doña Lidia Ruiz Díaz, se abre camino en la vida trabajando y estudiando. Su progenitor se fue de la casa cuando los 6 hermanos eran muy pequeños y quedaron abandonados a su suerte, pero gracias a la mamá guerrera, nunca faltó nada. Doña Lidia trabajaba en una clínica de noche, salía las 6 de la mañana y sin dormir, seguía trabajando hasta el mediodía limpiando casas.

A su ejemplo todos los niños aprendieron a valerse solos, pero con la condición de estudiar. Ricardo Rojas culminó el plan curricular de la Carrera de Ciencias de la Educación, actualmente se encuentra abocado a culminar su Tesina, “Uso de las TIC’s”. Desde las 6 de la mañana se dedica a vender frutas y verduras. A la tarde, hace fletes y trabajos de jardinería.

Tiene una mirada mansa, es de hablar pausado, y a pesar de las carencias económicas y afectivas y los maltratos sufridos en su niñez, no tiene una pizca de rencor. Su sueño es culminar su Carrera y dedicarse a la docencia, y de esta manera recompensar a su madre todo el sacrificio y los renunciamientos por sus hijos.

Dice Ricardo, “ojalá en la sociedad prevalezca alguna vez la preparación académica de quienes se esfuerzan por aprender y no los vicios de la política que solo favorecen a unos pocos sin mirar sus méritos”.

Su hermano Tito cursó hasta el tercer año de Psicología. Arnaldo ya culminó la Carrera de Formación Docente y actualmente está en segundo año de Psicología. Son invisibles para muchos ojos, pero siguen firmes en pos de sus objetivos, gracias a la educación pública que les brinda la única oportunidad que les hará cambiar su destino.

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