CAMINOS BIFURCADOS ENTRE SUEÑOS Y ESPERANZAS
La tórrida noche de diciembre se vistió de gala para la Fiesta de Graduación del Colegio Nacional «Virgen del Carmen» de Desmochados. De tanto en tanto, la brisa arrastraba el aroma de la flor de coco y de los mangos que se escurría entre la elegante concurrencia.
Doña Andresa Marín no podía ocultar su orgullo ya que el sexto de sus 8 hijos había culminado el nivel medio. Eloy Eliezer, alto y espigado, sonreía mientras desfilaba del brazo de su madre. Un solo pensamiento rondaba su mente, «que contento estará papá», don Pastor Zayas quien había partido al más allá, pero había aconsejado a su hijo que nunca deje de estudiar.
Eloy acompañó desde niño a su papá en las tareas del campo. Durante el ciclo secundario iba en bicicleta 10 kilómetros para cubrir la arenosa distancia entre Capillita y Desmochados, que cuando llovía la cubría yendo a caballo.
Esa noche, la misma luna alumbraba un Acto de Graduación en la histórica Humaitá, a 57 kilómetros de distancia, donde una joven de condición humilde culminaba su ciclo secundario. Y aunque no lo sabían, el camino a la educación uniría sus vidas.
Ya en Pilar, Eloy consigue trabajo en un supermercado. Por un lado ya tenía ingresos para cubrir sus necesidades básicas, pero tenía muy poco tiempo para estudiar, razón por la cual buscó otro trabajo. La carrera que eligió se cursaba de día y era imposible seguir el plan curricular.
Entonces empezó a trabajar en una hamburguesería, desde las 18:00 horas hasta las 03:00 de la madrugada, actividad que realiza hasta la fecha. A partir del segundo año de la Carrera de Enfermería unió su vida y sus sueños a quien hoy es su compañera de vida, y fruto de ese amor nació Albert que ya tiene 3 años.
Para cuidar al pequeño, se turnan con su pareja, quedando a su cargo durante el día. Entre libros y juguetes culminó su Carrera. El 28 de agosto del 2018 quedará grabado en su historia personal y familiar. Defendió su Tesina titulada «Hábitos Alimenticios y Estado de Salud de Adultos Mayores de Desmochados», la cual el jurado examinador calificó con la nota 4. El abrazo de su compañera y su hijo es el mejor premio para su esfuerzo que hoy lo habilita como profesional de la salud, Licenciado en Enfermería. Es el primer graduado universitario de su familia.
«Ahora espero conseguir un trabajo en el área de mi especialidad» manifestó algo preocupado ya que hay pocas ofertas laborales. «Uno realiza un tremendo sacrificio para llegar a la meta y no siempre se consigue un puesto porque está todo muy ligado a la política».
Mientras llama a su madre para comunicar su conquista académica, nos permitimos compartir la alegría de un joven ejemplar, Eloy Eliezer Zayas Marín, flamante Licenciado en Enfermería.
Su pareja también ha culminado el Plan Curricular de su Carrera y ya se encuentra trabajando en la elaboración de su Tesina, la que estará defendiendo en breve y poder así trabajar igualmente en el área de la salud.
Dos vidas, dos caminos, dos sueños unidos transitando la empinada cuesta de la Educación Superior. Este es el compromiso de la Universidad Nacional de Pilar, allanar el camino a quien desea superarse en la vida a través de la educación, único factor de equidad social.