La sociedad ha cambiado notablemente
en estos últimos años en los más diversos aspectos: político, social,
económico, tecnológico, cultural, religioso (Tedesco, 2000)... Nadie lo duda.
Todos somos conscientes de la
necesidad y la urgencia de dar la respuesta más eficaz a la preocupación que
desde hace tanto nos ocupa: ¿cómo formar -en el siglo XXI- al ciudadano que
pueda actuar de manera inteligente, creativa, sensible, responsable y autónoma
en esta sociedad del conocimiento? Desde distintos ámbitos, se espera de la
educación una respuesta más urgente, sin postergar el cuestionamiento de sus
fracasos y el análisis de sus logros. Esto provoca que ella se plantee
constantemente cómo hacer para atender y superar los desajustes existentes.
Porque, a pesar de las dificultades por las que atravesamos, todos estamos
persuadidos de que la educación es la clave para el desarrollo y la justicia
social de la región, y apostamos a su mejoramiento (UNESCO, 2007).
Un nuevo
concepto de educación en la Facultad de Ciencias Aplicadas, es un factor
clave que nos permitirá avanzar con éxito: pensar en una educación
auténtica, entendiendo por ella la
que, a partir de una buena enseñanza, promueva aprender a aprender,
aprender a
convivir y aprender a emprender.
Aprender a aprender significa que las personas puedan
adquirir estrategias para incorporar conocimientos durante toda la vida y
desarrollar su potencial de aprendizaje en la sociedad del conocimiento.
Aprender a convivir presupone enseñar a "vivir con”,
desarrollando la comprensión y valoración del otro, respetando las diferencias
y creciendo en la diversidad.
Aprender a emprender busca la formación de ciudadanos
activos, a partir del desarrollo de actitudes proactivas, para transformar y
enriquecer el contexto en beneficio de todos (Delors, 1994; Tedesco, 2000;
Ferreyra y Peretti, 2006; UNESCO, 2007).
El eje fundamental de este concepto de
educación debe estar centrado en los aprendizajes de los alumnos,
agudizando los sentidos en las necesidades y requerimientos de nuestra sociedad
actual y futura, a partir de las cuales, pensar y trabajar arduamente para
el desarrollo de las capacidades y competencias necesarias. Esto
conlleva, entonces, acordar y determinar -de manera precisa- dichos
aprendizajes y competencias que serán el norte orientador que permitirá la formación
de personas íntegras, conscientes de sus potencialidades y de la realidad que
las rodea (Villarini, 1995).
Este
curso de capacitación permitirá adentrarnos en las cuestiones que hacen
al dia a dia de la enseñanza en la FCA, esperamos ser un apoyo y guía
en los aspectos que aquí competen y así, los participantes, puedan
mejorar el desarrollo de las competencias que hacen al buen docente.
Dirección Académica FCA.